Guillermo dijo, “Hablo siete idiomas con fluidez.” Stepens rió en su cara. Guillermo, “Eres mexicano y apenas puedes con el inglés. Ahora me vas a decir que habla siete. ¿Qué sigue que también eres astronauta? La audiencia explotó en risas. Guillermo no se rió. Stepen, ¿puedo demostrártelo ahora mismo si quieres?” Stepen seguía riendo.
Claro. Adelante, entretenga la audiencia con tu español e inglés que todos conocemos y luego improvisa algo que suene a francés. Guillermo se puso de pie, tomó el micrófono de mano y caminó al centro del escenario. Voy a hablar cada idioma por un minuto completo sobre temas complejos.
No voy a contar del uno al 10 ni recitar el alfabeto. Voy a hablar de cine de técnica, de filosofía. Y si conoces a alguien en tu equipo o en la audiencia que hable estos idiomas nativamente, que suban después a confirmar que no estoy inventando, la sonrisa de Stephen se desvaneció cuando Guillermo empezó a hablar y no paró durante 20 minutos, demoliendo cada duda con una fluidez que dejó al presentador sin palabras.
Nueva York, noviembre de 2024, estudios de CBS para The Late Show with Stephen Colbert. Lunes por la noche en vivo. 4,000ones viendo en Estados Unidos. Otros 15 m000ones con streaming internacional. Guillermo del Toro estaba ahí promocionando su nueva serie de Netflix sobre mitología mundial. Sentado en el escritorio del show en la silla de invitados, había llegado media hora antes para maquillaje y ensayos rápidos sobre dónde caminar y cómo interactuar con las cámaras.
El show llevaba 22 minutos. Stepen había hecho su monólogo sobre política que duró 12 minutos, luego un segmento pregrabado de comedia, después comerciales y finalmente la introducción de Guillermo, quien entró bajo aplausos de la audiencia del estudio. Se sentaron y comenzaron conversación sobre su serie, sobre los monstruos de diferentes culturas que estaban explorando, sobre trabajar con equipo internacional de directores y escritores.
Stepen revisaba sus tarjetas azules con notas de producción buscando siguiente pregunta interesante cuando vio algo que le pareció perfecto para broma. Guillermo, tengo que preguntarte algo porque dice aquí en mis notas que habla siete idiomas con fluidez, pero eso claramente es tu publicista. Siendo creativo con la verdad, verdad, dijo con sonrisa esperando risas.
La audiencia se rió anticipando chiste. Guillermo, que había estado tomando agua de un vaso con logo del show, puso el vaso en el escritorio y miró a Stepen directamente. No es creatividad. Hablo Siete idiomas, es información correcta. Stephen se rió más fuerte pensando que Guillermo seguía la broma.
Vamos, Guillermo, no seas modesto. O bueno, no exageres, todos ponemos cosas así en el currículum. Yo digo que hablo alemán, pero solo sé pedir cerveza. Seguro hablas español porque eres mexicano y hablas inglés porque trabajas en Hollywood, pero con acento bastante fuerte todavía. Después de, ¿qué? 30 años aquí, entonces digamos dos idiomas siendo generosos, pero siete. Eso es ridículo, amigo.
Guillermo dejó de sonreír completamente. Su expresión cambió a algo más serio. Stephen, acabas de decir que apenas puedo con el inglés. Bueno, tienes acento muy marcado. No es crítica, solo es observación. Claramente el inglés no es tu punto fuerte. Entonces, ¿cómo vas a hablar otros cinco idiomas más? No tiene sentido.
Es como si yo dijera que sé operar a corazón abierto porque vire en los 90. Más risas de la audiencia que todavía pensaba que era sketch preparado. Entonces, déjame entender porque soy mexicano y tengo acento en inglés. Asumes que no puedo hablar otros idiomas. Esa es tu lógica. Stephen se encogió de hombros con sonrisa. Mira, seamos realistas, la mayoría de mexicanos que conozco apenas hablan inglés.
No es insulto, es solo observación. Entonces, cuando dices que hablas siete idiomas, suena lo que la gente dice en Hollywood para verse más cosmopolita, como cuando actores dicen que hicieron todas sus escenas de acción, cuando sabemos que el doble hizo todo el trabajo real. Guillermo se quitó el micrófono de Solapa que tenía prendido en su saco.

Dame el micrófono de mano, por favor. Un técnico de audio corrió desde lateral del escenario y le dio micrófono inalámbrico. Guillermo se puso de pie y caminó hacia el frente del escritorio, donde las cámaras principales tenían mejor ángulo. Voy a hacer algo que claramente no esperabas, Stepen. Voy a hablar cada uno de los siete idiomas ahora mismo frente a tu audiencia.
No voy a contar números del uno al 10 como turista en aeropuerto, ni voy a recitar días de la semana como estudiante de primaria. Voy a hablar de cine de técnica cinematográfica de filosofía del arte, temas complejos que requieren vocabulario avanzado. Y cuando termine quiero que traigas a cualquier persona de tu equipo o de la audiencia que hable estos idiomas nativamente para que confirmen que no estoy improvisando palabras sin sentido.
Stephen, todavía con sonrisa, pero menos seguro ahora. Dijo, “Adelante Guillermo. El escenario es tuyo. Esto va a ser interesante. ¿Los siete o solo algunos para probar el punto?”, preguntó Guillermo. Si realmente puedes hazlos los siete, respondió Stepen con tono desafiante. La audiencia murmuraba con anticipación algunos sacando teléfonos para grabar.
Empiezo con español, que es mi lengua materna. Nací en Guadalajara, Jalisco. Y el español es el idioma en el que pienso cuando estoy relajado, en el que sueño, en el que cuento mentalmente cuando hago matemáticas básicas en mi cabeza, cuando dirijo actores latinoamericanos, en mis películas. Prefiero hacerlo en español.
Porque puedo comunicar matices emocionales con precisión quirúrgica que se pierden completamente en traducción. Puedo discutir teoría cinematográfica compleja. Puedo hablar de Luis Buñuel y su relación con el surrealismo español. Puedo analizar como el cine mexicano de la época de oro con figuras como Emilio Fernández e Ismael Rodríguez influenció a generaciones posteriores de cineastas en toda América Latina.
Este es mi idioma completo, sin limitaciones, sin vacilaciones, sin buscar palabras, porque está integrado en cada célula de mi cerebro. Cambió sin ninguna pausa. Segundo inglés que según Stephen apenas puedo hablar. A pesar de haberlo estudiado desde los 7 años en Escuela Privada Bilingüe en México, a pesar de haber vivido en Estados Unidos desde los 24 años, a pesar de haber dirigido 12 películas en inglés, dado literalmente cientos de entrevistas de prensa, escrito guiones completos en inglés, dirigido a actores angloparlantes como
Ron Perlman, Sally Hawkins, Dog Jones con instrucciones técnicas extremadamente específicas sobre timing emocional, sobre delivery de líneas, sobre movimiento físico coordinado con efectos visuales. Sí, Stepen, tengo acento porque el español es mi primera lengua y eso afecta mi fonética. Mi pronunciación, pero acento no significa falta de fluidez.
Acento significa autenticidad de origen. Significa que aprendí este idioma como adulto, no como niño. Y eso es algo de lo que estoy orgulloso, no avergonzado. La audiencia comenzó a aplaudir fuerte. Stepen se hundió ligeramente en su silla detrás del escritorio. Su sonrisa ya no era tan amplia. Guillermo continuó sin darle oportunidad de interrumpir.
Tercero francés, lo aprendí porque quería leer a Charles Bael sin traducción. Quería entender el cine de la Nvel Vag en su idioma original, sin depender de subtítulos que nunca capturan el ritmo real del diálogo. Viví en París 6 meses en 1988, trabajando en proyecto de película que eventualmente no se hizo, pero ese tiempo me permitió sumergirme completamente en el idioma.
Tomé clases intensivas en la Alliance Francés. habló regularmente con cineastas franceses en su propio idioma sobre teoría de autor sobre François Trufot y Jeanluke Godart, sobre cómo la luz funciona diferente en película francesa versus película americana. Sobre filosofía existencialista. Puedo discutir a Jean Paul Sartre y Albert Camus en francés.
No estoy pidiendo croasance en panadería, Stephen. Estoy teniendo conversaciones intelectuales profundas sobre arte y filosofía. Siguió sin parar. Cuarto italiano, el idioma del cine que literalmente cambió mi vida cuando era adolescente. Federico Felini, Luchino Visconti, Mikelángelo Antonioni necesitaba escuchar sus películas sin subtítulos porque la traducción mata el ritmo, mata las pausas, mata los silencios que son tan importantes como las palabras estudié italiano 4 años con tutor privado que venía a mi a mi casa
tres veces por semana. He trabajado con actores italianos, con cinematógrafos italianos. ¿Puedo explicar en italiano las diferencias técnicas entre neoralismo italiano y expresionismo alemán? Puedo discutir por qué Fellini específicamente usaba ciertos lentes anamórficos para distorsionar perspectiva y crear sensación de sueño.
Este no es italiano de menú de restaurante de turista. Esto es italiano de análisis cinematográfico a nivel de escuela de cine. La actriz que había estado esperando en el área de invitados para su segmento. Después de Guillermo estaba mirando desde backstage completamente absorta. El músico de la banda del show había dejado de revisar su teléfono para poner atención completa.
Quinto alemán lo aprendí porque los expresionistas alemanes son la base fundamental de todo mi trabajo visual. Fritz L con Metrópolis FW Murnau con Nosferatu. Necesitaba leer teoría cinematográfica alemana en su idioma original porque las traducciones al inglés pierden tecnicismos específicos. He trabajado con cinematógrafos alemanes.
En mi equipo, en múltiples películas, puedo discutir en alemán técnicas de iluminación de alto contraste. Puedo hablar de cómo crear sombras que comunican psicología de personajes sin necesidad de diálogo. Puedo debatir las diferencias sutiles entre expresionismo alemán de los años 20 y expresionismo americano de los años 40, cuando los cineastas alemanes huyeron del nazismo.
No soy turista preguntando dónde está el baño. Soy profesional discutiendo mi oficio con vocabulario técnico especializado. Continúo sin mostrar señales de cansancio. Sexto portugués. Específicamente portugués brasileño, no portugués de Portugal porque son diferentes. Lo aprendí porque el cinema novo brasileño es absolutamente extraordinario.
La rocha con Dios y el en la tierra del Sol cambió completamente la forma de hacer cine en toda América Latina. Quería ver sus películas sin subtítulos. Quería entender sus entrevistas donde explicaba su filosofía de cine. He dado entrevistas completas de una hora en Brasil hablando en portugués sobre diferencias entre cine brasileño y cine mexicano.
Sobre cómo el cine brasileño maneja la violencia de forma diferente. Sobre ritmo narrativo sobre el uso de música popular en cine, sobre la influencia de la voz Noova en el timing de edición. Conversaciones técnicas extensas sin cambiar a inglés ni una sola vez. Y finalmente, séptimo japonés, el más difícil de todos, para hablante de lengua romance, porque la estructura gramatical es completamente diferente.
El orden de palabras es inverso, los niveles de formalidad cambian, todo lo estudié porque Akira Kurosagawa es mi dios cinematográfico personal. Rashomon los siete Samurá Trono de Sangre quería entender no solo sus películas, sino sus entrevistas, sus libros sobre técnica de dirección que escribió en japonés.
Viajé a Japón cinco veces, específicamente para tomar clases intensivas de idioma. Hablé con directores japoneses contemporáneos sobre anime, sobre manga, sobre las diferencias fundamentales entre narrativa occidental, lineal y narrativa japonesa, que acepta ambigüedad de forma más natural. Mi japonés no es perfecto como los otros seis, lo admito, pero puedo mantener conversación de una hora sobre cine y cultura sin necesitar traductor.
Cuando Guillermo terminó y bajó el micrófono, el silencio en el estudio duró exactamente 4 segundos completos antes de que toda la audiencia explotara de pie. El aplauso fue ensordecedor y duró casi 3 minutos completos sin parar. La banda del show se puso de pie aplaudiendo. Los camarógrafos estaban aplaudiendo mientras mantenían sus cámaras rodando.
El equipo técnico detrás de escenario estaba aplaudiendo. La actriz backstage tenía lágrimas corriendo por su cara. Stephen Colbert se puso de pie detrás de su escritorio con manos levantadas en rendición total caminando hacia Guillermo. Guillermo, te debo la disculpa más grande y más pública de toda mi carrera en televisión.
Fui completamente irrespetuoso. Fui condescendiente. Fui prejuicioso. Subestimé tus habilidades de la peor manera posible y lo hice basándome en estereotipos sobre tu origen. Eso fue horrible, inexcusable de mi parte. Guillermo seguía sin sonreír mirando a Stephen directamente a los ojos. No solo subestimaste mis habilidades, Stepen, asumiste que porque soy mexicano y tengo acento en inglés, no puedo ser un intelectual políglota.
Esa es la parte que realmente me molesta. No que cuestionaras el número de idiomas, sino el prejuicio fundamental detrás de tu pregunta. La suposición automática de que acento equivale a falta de educación o inteligencia. Tienes absoluta razón. Fue prejuicio cultural arraigado de mi parte, respondió Stephen con voz genuinamente afectada.
Y quiero que entiendas algo, Stephen, porque tienes plataforma que alcanza millones de personas. Cada noche tener acento extranjero en cualquier idioma no significa falta de inteligencia ni falta de educación, significa que aprendiste ese idioma. Después de tu infancia como segunda o tercera o cuarta lengua, hay millones de personas en el mundo que hablan tres, cuatro, cinco idiomas, cada uno con acento diferente.
Son doctores, ingenieros, científicos, artistas profesionales brillantes en sus campos, pero son constantemente subestimados, menospreciados, tratados como menos capaces por gente que solo habla un idioma y que asocia acento con incompetencia. La audiencia aplaudió tan fuerte que Stepen tuvo que hacer gestos pidiendo silencio para que Guillermo pudiera continuar.
En México y en la mayoría de países latinoamericanos hablar múltiples idiomas no es tan raro, como aquí muchos de nosotros hablamos español, inglés y a veces francés o italiano, no porque seamos genios excepcionales, sino porque nuestros sistemas educativos lo enfatizan porque estamos geográficamente cerca de Estados Unidos. Entonces, inglés es prácticamente necesario para negocios porque consumimos cultura europea.
Entonces, aprendemos francés o italiano porque somos curiosos sobre el mundo más allá de nuestras fronteras. Pero cuando llegamos a países angloparlantes como Estados Unidos o Reino Unido, nos tratan como si fuéramos menos inteligentes, simplemente porque nuestro inglés tiene acento mexicano o argentino o colombiano. Stephen asintió con cabeza visiblemente afectado.
Guillermo, todo lo que estás diciendo es absolutamente correcto y voy a usar este momento este error público que cometí para ser mejor, para pensar antes de hacer suposiciones basadas en cómo suena alguien. Gracias por no dejarme salir fácilmente con esa broma barata. Gracias por confrontarme aquí en vivo.
No lo hice por ti, Stepen. Lo hice por todos los inmigrantes que están viendo esto en sus casas ahora mismo, que han sido tratados como estúpidos por su acento. Lo hice por mis colegas latinoamericanos en la industria del cine, que tienen que demostrar constantemente que son capaces.
A pesar de cómo suenan, lo hice porque tenía un micrófono en este momento y una audiencia de millones y una oportunidad de decir algo que desesperadamente necesitaba ser dicho en televisión nacional. El director de la banda se acercó al escritorio. ¿Puedo decir algo, Guillermo? Adelante. Soy hijo de inmigrantes polacos. Mis padres tienen acento polaco fuerte en inglés.
Toda su vida han sido tratados como menos inteligentes. Mi padre es ingeniero con tres patentes. Mi madre es doctora, pero la gente los escucha hablar y asume cosas lo que acabas de hacer. Necesitaba pasar hace años. Gracias, Guillermo asintió. Exactamente ese espectro. Todos en ese espectro, desde acento ligero hasta acento fuerte, merecemos el mismo respeto.
Stepen invitó a Guillermo a regresar a su silla. ¿Podemos continuar la entrevista o acabo de arruinarla completamente y necesitas irte? Guillermo finalmente sonrió ligeramente. Podemos continuar, pero espero que hagas mejores preguntas de aquí en adelante. Te lo prometo dijo Stephen con manos en el corazón. El resto de la entrevista tuvo tono completamente diferente.
Stephen preguntó genuinamente sobre cómo Guillermo manejaba sets de filmación internacionales con actores de 10 países diferentes hablando cinco idiomas distintos, cómo se aseguraba de que las traducciones de sus guiones mantuvieran intención original, cómo trabajaba con traductores para mantener autenticidad cultural.
Cuando llegó momento de despedirse 20 minutos después del tiempo normal asignado porque la entrevista se extendió. Stepen dijo Guillermo del Toro. Muchas gracias por estar aquí. Muchas gracias por la demostración absolutamente asombrosa de talento lingüístico y muchas gracias por la lección de humildad que yo claramente necesitaba desesperadamente.
Tu serie sobre mitología mundial está disponible en Netflix ahora y después de lo que todos acabamos de presenciar aquí. Sé que va a ser brillante porque viene de alguien que genuinamente entiende y respeta culturas de todo el mundo, no solo superficialmente, sino profundamente a través de sus propios idiomas.
El video explotó en internet 550 millones de vistas en los primeros 3 días. Trending número uno mundial en Twitter, YouTube, TikTok, Facebook. Durante una semana completa, clips individuales de Guillermo. Hablando cada idioma fueron compartidos millones de veces, cada uno con gente nativa de esos países, comentando sobre la calidad de su fluidez. Soy francés de París.
Su francés es excepcional con vocabulario cinematográfico que incluso muchos franceses no conocen. Alemana aquí su alemán es fluido y técnico. Puede claramente discutir temas complejos. brasileño de San Paulo, su portugués es muy bueno. Con acento carioca puede mantener conversación real, japonés nativo de Tokio.
Su japonés no es perfecto, pero es conversacional sólido. Definitivamente puede comunicarse sobre temas complejos, no solo frases básicas. Los comentarios sobre la confrontación fueron igual de intensos. La forma en que Guillermo lo destruyó con calma total, sin gritar solo con hechos, fue absolutamente perfecta.
Stepen merecía cada segundo de esa humillación pública por ese comentario horrible. Como inmigrante con acento fuerte en inglés, lloré viendo esto. Gracias, Guillermo, por defender a todos nosotros. La parte sobre qué acento no significa falta de inteligencia. Necesitaba ser dicha en televisión hace décadas.
Voy a mostrarle este video a cualquiera que me trate diferente por mi acento de ahora en adelante. Mi padre tiene acento ruso toda su vida. ha sido tratado como tonto. Es literalmente profesor de física con doctorado. Gracias, Guillermo. Stephen Colbert dedicó su apertura completa del siguiente show tres días después a elaborar sobre lo que había pasado.

El lunes por la noche cometí uno de los errores más grandes de mi carrera. Cuando Guillermo del Toro estuvo aquí, hice comentario horrible sobre su acento. Sugerí que apenas podía hablar inglés y por lo tanto no podía hablar otros idiomas. Eso fue prejuicio cultural puro. Dije con sonrisa como si fuera broma inofensiva, pero no fue inofensiva, fue dañina, fue irrespetuosa y reflejó suposiciones que tengo arraigadas sobre gente con acentos extranjeros que necesito examinar y erradicar.
He pasado estos últimos tres días desde ese show reflexionando intensamente sobre de dónde viene ese prejuicio en mí. Y me avergüenza admitir que es porque en alguna parte de mi cerebro asocié acento extranjero, especialmente acento latino, con falta de educación, con falta de sofisticación intelectual. Eso es racismo casual, eso es xenofobia casual.
Y el hecho de que no lo reconocí como tal hasta que Guillermo me confrontó en vivo muestra qué tan profundo está arraigado. No tengo excusa, soy persona educada, he viajado, he conocido gente brillante de todo el mundo con acentos de todo tipo. Y aún así hice esa suposición automática sobre Guillermo basándome en cómo suena su inglés.
Quiero ser claro, Guillermo no me debía esa demostración. No debió tener que probar nada. Debía haber creído su biografía oficial. Debía haber tratado su declaración de hablar siete idiomas con respeto, en lugar de escepticismo burlón, pero me dio esa demostración de todas formas, no para impresionar, sino para enseñar, para usar momento de alto perfil para decir algo importante sobre cómo tratamos a inmigrantes en este país.
Y estoy agradecido por esa elección, aunque dolió recibirla públicamente. A cualquier persona viendo esto que tiene acento extranjero en inglés o en cualquier otro idioma, su acento no es deficiencia. Es evidencia de su valentía de haber aprendido un nuevo idioma, de haberse adaptado a nueva cultura. Es algo de lo que deberían estar orgullosos y si alguien los trata como menos inteligentes por su acento, ese es problema de ellos, no de ustedes.
Y Guillermo, tres semanas después, en entrevista para podcast popular sobre cine, dijo, “Mucha gente me ha preguntado si me arrepiento de haber confrontado a Stepen tan duramente en vivo, siento que fui muy duro con él.” Y la respuesta es, “No, no me arrepiento ni un segundo. Tuve oportunidad única de usar momento de televisión de alto perfil para decir algo que millones de inmigrantes necesitan escuchar, que su acento es parte de su historia.
No es deficiencia, no es algo de que avergonzarse, es evidencia de que son lo suficientemente valientes, inteligentes y capaces para aprender vivir, trabajar en idioma, que no es su lengua materna. Eso requiere un nivel de inteligencia y adaptabilidad que la mayoría de gente monolingüe nunca va a entender.
Stepen, para su crédito completo, respondió exactamente como esperaba que respondiera. No se puso defensivo, no minimizó lo que dijo, no culpó a sus escritores su presión de hacer comedia, aceptó responsabilidad completa, admitió su prejuicio públicamente y se comprometió a hacer mejor. Eso es todo lo que podemos pedir de alguien que comete error, no perfección, sino disposición genuina de escuchar, aprender, cambiar, crecer.
Y honestamente creo que ese intercambio, ese momento incómodo en televisión en vivo va a ser más por cambiar percepciones sobre acentos e inmigrantes que 100 ensayos académicos sobre el tema, porque la gente lo vio pasar en tiempo real. Vieron a alguien con plataforma hacer su posición horrible. Vieron a esa persona ser confrontada con hechos.
vieron transformación de vergüenza, a comprensión, a compromiso de cambio. Eso es poderoso. Eso es educación en acción. Y si mi momento en el show de Stephen puede crear conversación más amplia que resulte en aunque sea una persona tratando a inmigrantes con más respeto, en aunque sea un gerente de contratación, no descartando currículum por nombre que suena extranjero, en aunque sea un maestro, no asumiendo que estudiante con acento es menos capaz.
Entonces, cada segundo de incomodidad valió completamente la pena. Uso mi plataforma, mi visibilidad, mi privilegio como director exitoso para esto, para crear momentos que fuerzan conversaciones incómodas, pero necesarias sobre prejuicio y respeto y dignidad humana, porque esa es responsabilidad que viene con tener micrófono.
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